¿Te pasa que no sabes cómo estructurar tus mensajes para que resuenen en tu público e incitar a la acción?
Si la respuesta es sí, no estás sola en este universo.
Como emprendedora, a mí también me costaba esta fase de mi comunicación.
Perdía demasiado tiempo y esfuerzo pensando que debía ir primero, qué debía ir después.
El resultado era un mensaje sin claridad, intención y estrategia.
Hasta que descubrí lo que te cuento a continuación.
Pero antes déjame darte el principal beneficio de contar con un mensaje bien estructurado:
- Tu audiencia lo entenderá sin esfuerzo. Esto facilitará que tome la decisión de aplicarlo [o de comprar, si es un mensaje de ventas, por ejemplo].
#1: Cada mensaje debe tener un propósito
En este punto es necesario que te hagas la siguiente pregunta:
¿Cuál es el objetivo que persigo con este contenido?
- ¿Informar?
- ¿Educar?
- ¿Inspirar?
- ¿Persuadir?
Te pongo un ejemplo sencillo: El objetivo de esta publicación es educarte sobre la importancia de que estructures tu mensaje para que sea claro y eficaz.
¿Te das cuenta?
Solo tienes que tener claro hacia dónde quieres ir para que puedas llegar. Y eso se hace pensando primero en lo que deseas lograr.
#2: Usa una fórmula fácil y comprobada para estructurarlo
Algunos especialistas son reacios a usar fórmulas para escribir, porque consideran que limitan la libertad expresiva del emisor del mensaje.
La verdad es que no estoy de acuerdo.
Fíjate en la técnica conocida como la pirámide invertida, usada en el periodismo desde la Guerra Civil estadounidense (1861-1865).
En esa época, los reporteros dependían del telégrafo para enviar sus notas sobre la guerra. El servicio era muy costoso, además existía la posibilidad de que las líneas se cortaran en cualquier momento.
Entonces, idearon un estilo de escritura en el que lo más importante de la noticia iba en el primer párrafo, en los siguientes se explicaba y lo menos resaltante se escribía al final.
De esta forma, garantizaban que la información clave llegara a los departamentos de prensa, incluso si la transmisión era interrumpida.
¿Qué pasó?
Que con los años se adoptó esta forma de escribir la noticia periodística. Ya han pasado más de 160 años y la pirámide invertida aún se sigue usando.
Y se recurre a este método porque su efectividad ha sido comprobada.
Incluso para el lector es relevante la pirámide invertida, porque facilita la comprensión rápida de la información, algo de suma importancia sobre todo en los actuales momentos, cuando la atención lectora es muy limitada.
El objetivo de este ejemplo es para que comprendas lo importante que es seguir un patrón para estructurar los mensajes.
Claro, tú no eres periodista, pero podrías seguir la técnica Aida para desarrollar textos dirigidos a persuadir de que te compren un producto.
O, si vas a escribir una historia, podrías adaptarla al tan conocido viaje del héroe.
Lo que te quiero decir es que, una vez tengas claro cuál es el objetivo de tu texto, entonces puedes usar la fórmula que mejor se adapte para que tu lector comprenda tu mensaje.
Recuerda algo importante:
Los mejores mensajes tienen estos tres elementos:
✅ Claridad: Evita palabras complicadas, sé directa.
✅ Emoción: Conecta con el sentir de tu lector.
✅ Acción: Indica el paso que debe seguir al final de cada mensaje.
#3: Identifica el tono adecuado para estructurar tu mensaje
Quiero detenerme un poco aquí para explicarte lo siguiente:
Hay una marcada diferencia entre la voz y el tono de tu emprendimiento femenino o marca.
La voz de marca es la forma en la que te comunicas para reflejar tu personalidad.
Para que lo entiendas mejor.
Si decidiste que tu marca fuera amigable, entonces usarás un lenguaje cercano en tus mensajes.
Un rasgo de la personalidad de la marca de Coca Cola es la felicidad.
Seguro te has dado cuenta de que su comunicación siempre se ajusta a esta característica.
En el caso de Amazon, su voz es auténtica, informativa y sencilla; mientras que la de Airbnb es inclusiva, reflexiva y enérgica.
Ahora bien, un elemento fundamental de la voz de marca es que debe ser consistente en tu comunicación.
Lo anterior quiere decir que no puedes cambiarla a cada momento, porque estarías dando la sensación de incoherencia.
Pero, ¿qué pasó con el tono?
El tono de marca es la adaptación que haces de tu voz, según el contexto y la situación.
Cada vez que planteo este tema me gusta recurrir a las 4 dimensiones del tono de Nielsen Norman Group, una empresa fundada en 1998 por los pioneros en experiencia de usuario (UX) Jakob Nielsen y Don Norman.
Nielsen es experto en usabilidad y Norman inventó el término “experiencia de usuario”.
El caso es que este grupo centró los tipos de tono en cuatro:
- Formal vs. informal
- Serio vs. gracioso
- Respetuoso vs. irreverente
- Realista vs. entusiasta
Vamos a desglosar cada uno:
- Tono formal: Es el que utiliza vocabulario y estructuras gramaticales más complejas.
- Tono informal: Es conversacional y tranquilo.
- Tono divertido: Aquí se incluye el humor para expresar el mensaje.
- Tono serio: transmite una sensación de profesionalismo y autoridad.
- Tono respetuoso: Se adhiere al lenguaje y a la etiqueta tradicional.
- Tono irreverente: Desafía el status quo y puede ser provocativo o poco convencional.
- Tono entusiasta: Se refiere al nivel de entusiasmo y energía transmitida en la comunicación.
- Tono práctico: Es más objetivo y neutral
El tono puede cambiar según el mensaje que desees transmitir.
En este sentido, si vas a redactar un obituario, por ejemplo, lo adaptas a un tono más serio, mientras que, si es una invitación para que se sumen a tu newsletter, entonces podrías ser más entusiasta, por ejemplo.
A modo de conclusión:
Estructurar tus mensajes de forma clara es un requisito indispensable para que tu público te comprenda, conecte y compre.
A cada mensaje un objetivo específico. Si quieres educar, escribe siguiendo la estructura de una publicación con su H1 y sus respectivos H2, H3, H4, etcétera.
Si deseas escribir para ofrecer tus productos o servicios, usa la fórmula Aida, por ejemplo.
Y, por último, recuerda adaptar el tono de tu mensaje para que te comuniques de manera consistente con tu público.
Ahora cuéntame, cuál de estos puntos aplicarás primero.
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